Unión entre titulaciones académicas y federativas, el único camino para conseguir mejoras para los entrenadores
El pasado martes, día 15 de julio, el presidente de la RFEF presidía una histórica reunión entre los centros privados y públicos que ofertan formación académica para obtener las titulaciones de entrenador de fútbol o fútbol sala. Al encuentro también estaban invitados sindicatos y asociaciones de entrenadores. La reunión, que contó con dos representantes de la UEFA y uno del Consejo Superior de Deportes, puso de manifiesto la voluntad de Rafael Louzán de satisfacer las demandas de los entrenadores que han cursado sus estudios fuera de las Escuelas de entrenadores, territoriales y nacional pero también escenificó una distancia insalvable con la UEFA, quien amparándose en su convención sobre titulaciones técnicas, dio la sensación de que no va a permitir que los titulados académicos, reconocidos legítimamente por ministerio y/o conserjerías autónomas, tengan plena libertad para entrenar en el extranjero y para integrarse en la malla federativa. Además de esta cuestión, prioritaria para miles de entrenadores, Afiador solicitó, en sus dos intervenciones, que RFEF y CSD busquen una solución para que las titulaciones federativas se equiparen, con plenos efectos, a las académicas. Las evasivas respuestas del secretario general del CSD vislumbran un escenario sin avances, tanto para los entrenadores que optaron por la vía federativa como para los que lo hicieron por la académica. La solución es la unión de todo el colectivo, formando un frente común y poniendo en valor la gran labor que realizan los entrenadores a favor de la sociedad. En los tiempos que corren no tiene ningún sentido mantener esta diferenciación y el consenso, en ambas direcciones, debe ser la alternativa. Es un buen momento para conseguir mejoras para un estamento que, sobre todo en el fútbol base, trabaja cada temporada en unas condiciones más precarias, en contrapartida con las incipientes exigencias formativas, organizativas y de familias.